TGPE Christina Schultz, el no fer
El no fer se merece una explicación propia.
Ha sido una no – actividad durante un par de minutos aprox. 2 veces a la semana.
Durante ese tiempo intentamos no hacer nada. No hablar, no pensar. No movernos con inquietud ni quedar nos paralizados. Descubrimos y cuestionamos la necesidad de la actividad constante, la necesidad de reposo y la imposibilidad de no hacer nada.
Os aseguramos que no es nada fácil no hacer nada.
Día 1
3 minutos con los ojos cerrados, sentados o estirados. Una aplicación en el mobil marca el tiempo con una campanilla.
Codazos y empujones al vecino, alguna risita, cabezas enterradas en los brazos – poco a poco entra una clama que dispara como una tormenta cuando se acaba el tiempo.
Día 2
Hoy ponemos una vela en la mesa para tener un punto para fijar la mirada.
La calma entra enseguida y no se escucha ni piu. ¿Conclusiones? Ninguna, depende del día no hacer es fácil o no.
Día 3
La “utilidad” de no hacer
Cuantas cosas hacemos que nos parecen útiles en un momento y en otro ya no. Necesitamos ropa, pero todo un armario? Un cirujano es útil, pero si todos fueros cirujanos?
Día 4
El aburrimiento. Intentamos NO PENSAR tampoco cuando no hagamos nada.
Cuales son los pensamientos que pasan por tu cabeza?
1 Nada
2 Estoy aquí, mis manos, mis brazos etc.
2 Lo que tengo que hacer después
3 Cuando se acaba
Día 5
Casi que no nos enteramos cuando suena la campanilla después de 3 minutos. Quizá porqué fue viernes?
Curiosamente los que menos participan en clase son los más inquietos cuando estamos no haciendo nada.
¿Cual es la diferencia para ellos?